La mayoría de las personas nunca pueden cumplir sus propósitos de Año Nuevo, los abandonan mucho antes de lo esperado.
De acuerdo a expertos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, solo el 20% de las personas logra sus propósitos planteados cada inicio de año.
De acuerdo a un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Psychology, los principales propósitos de Año Nuevo son bajar de peso, hacer ejercicio, dejar de fumar, cambiar de trabajo, ahorrar y acabar con las deudas.
Al respecto, Peter Bergman, colaborador de Harvard Bussiness Review, indica que el error está en establecer propósitos que no son medibles, realistas, alcanzables ni específicos.
En ese sentido, lo ideal es enfocarse en un solo objetivo y plantearlo así, como una meta y no como un propósito o deseo. De esta manera podremos tener mayor motivación, una visión positiva y ánimo para trabajar por ello.
Si a ti te pasa lo mismo, te compartimos 10 consejos avalados por la ciencia para lograrlos de una vez por todas.
En lugar de tener muchos propósitos incumplibles y poco objetivos, mejor establece pocos o uno, incluso, que sean alcanzables y específicos.
Por ejemplo, en ves de proponerte solo bajar de peso, establece una medida más específica, como perder 5 kilos en 2 meses, así trabajarás con más convicción.
Cuando un objetivo es demasiado grande, es muy probable que renuncies antes de empezar. Convierte tu propósito en una acción fácil e inicia tu plan.
Escoge objetivos pequeños pero alcanzables, y luego ve por más. Ponte un plazo, y si fallas, vuelve a intentarlo y aprende de los errores.
Olvídate del típico «empiezo el lunes», ya que no hace falta sentirse lleno de energía y plenamente motivado para empezar.
Cualquier acción por pequeña que parezca, que esté dirigida a conseguir tu objetivo, facilita que lo consigas, y entre más pronto, mejor.
Cuéntale a tus amigos y pareja de tus objetivos, pues puede que ellos tengan una meta similar y puedan ayudarse mutuamente para lograrlo.
Es más fácil lograr los objetivos con compañía y así te sentirás más comprometido a mostrar avances.
No te agobies pensando en todo lo que falta para llegar al objetivo final, piensa solo en las cosas que puedes hacer hoy y que en cómo contribuyen a tu propósito.
Pensar en lo que falta puede sabotearte y desanimarte, mejor disfruta en día en el que vives.
Los pensamientos optimistas crean conexiones neuronales que te ayudan a cambiar de hábitos y a mantenerlos para siempre.
Olvídate de las quejas, las negociaciones y los «no puedo». Poco a poco puedes conseguir todo lo que te propongas.
No es necesario esperar hasta conseguir el objetivo para darte un estímulo. Por cada avance compénsate otorgándote un premio que te haga sentir bien y te impulse a seguir adelante con entusiasmo.
Otra de las claves para lograr los propósitos de Año Nuevo es tomar consciencia de nuestro estado físico, emocional y mental, e ir avanzando respetando siempre a nuestro cuerpo y a nuestras emociones.
No te exijas de más ni te digas insultos si fallas, recuerda que te tomó tiempo adquirir el mal hábito que quieres eliminar, así que sé paciente y piensa en las satisfacciones que vas a tener cuando lo logres.
¿Sabías de a diario estamos más de diez horas viendo el celular, parcialmente? Aprovecha mejor ese tiempo para iniciar con tus propósitos.
Muchos dicen que no cambian sus hábitos porque no tienen tiempo, pero la realidad es que desperdiciamos mucho en cosas que no nos aportan nada.
Es muy importante definir honestamente la razón principal para lograr tu meta, porque eso pondrá tus pies en la tierra y te dará motivación.
Algunos estudios afirman que encontrar el verdadero valor personal de alcanzar una meta disminuye las posibilidades de fallar, y es una forma de que el cerebro acepte la nueva actividad.
¿Estás listo para cumplir tus metas de Año Nuevo?
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