La amistad profunda entre mujeres no ha sido un tema ajeno a la pantalla grande: películas como “Julia” (1977) de Fred Zinnemann, o la conmovedora road movie “Thelma and Louise” (1991) de Riddley Scott. Sin embargo, en los últimos años, esta temática ha gozado de un auge notable en el mundo de las series, con propuestas tan distantes como “Grey’s Anattomy”, “Friends” o “Parks and Recreation”, en las cuales la amistad es el punto central de sus argumentos.
Las relaciones amistosas, sinceras y profundas, menos asediada por los celos, el cansancio o la falta de deseo se han tomado el protagonismo en las historias televisivas. Además, la idea de que dichos vínculos pueden durar durante años, más allá de sus eventuales conflictos, es otra de las razones por las cuales esta notoria preeminencia de los sentimientos amistos sobre los vínculos amorosos y las relaciones familiares tradicionales. Series como “Glow” crean relaciones tejidas en contextos atractivos e ideas frescas, más interesantes de explorar, como es el caso de “Frenemie”: las amigas-enemigas Rut (Alison Brie) y Debbie (Betty Gilpin).
Alissa Rosenberg, prestigiosa columnista de cultura y espectáculos, llamó a esta la “»era dorada de la amistad en TV», pues las relaciones entre amigas, o amigos de ambos sexos, o entre héteros y gays, como ocurre en ‘Pleaselikeme’. En ‘Playing House’, por ejemplo, la historia central es la relación entre dos mujeres, Maggie Caruso (Lennon Parham) y Emma Crawford (Jessica St. Clair), que se conocen desde la escuela secundaria y que desde entonces mantienen una amistad a toda prueba
Esto, por supuesto, ha sido más un proceso que un evento fortuito. Ya en 1985, en una tira cómica estadounidense llamada ‘The Rul’, apareció por primera vez lo que se conoció como el test de Bechdel, utilizado para medir el grado de discriminación de género de una película. Una de las protagonistas de la tira dice que únicamente acepta ver un film si cumple con los siguientes requisitos: 1) Hay al menos dos personajes femeninos. 2) Dichos personajes hablan entre sí en algún momento. 3) Dicha conversación trata de algo distinto a un hombre.
Series como “Glow”, “Playing House” y la exitosa “Broad City” hacen parte de las series que fácilmente podrían pasar este test, confirmando la observación de Rosenberg, aunque las referencias no se quedan ahí: unas de las series en las que la amistad alcanza registros más conmovedores es la británica ‘My Mad Fat Diary’, cuya protagonista es Rae, una niña de 16 años y 105 kilos de peso que acaba de salir de una internación psiquiátrica que duró un mes.
Las relaciones actuales se alejan de lo convencional, reflejando la precariedad que aqueja hoy a los vínculos tradicionales. Ya nada es estable, ni la pareja, ni el empleo, ni siquiera la vivienda. Entonces a nadie le extraña que los vínculos de amistad adquieran un lugar preeminente en la tensión narrativa de las series televisivas, desplazando la centralidad de la pareja. Ocurre que entre los ‘millennials’ abundan los hijos de padres divorciados que muestran un marcado escepticismo hacia el matrimonio y la pareja tradicional. Entonces esos vínculos de amistad, que antes se incluían como parte del contexto, ahora tienen un atractivo dramático para el público joven, que guionistas y productores han advertido hace rato.
Este es un extracto del artículo escrito por Andrea Torremare para la edición impresa de La Revista Actual en este, el mes del amor y la amistad. Para leer el resto de este interesante repaso alrededor de la amistad femenina reflejada en la televisión, adquiera el último número de nuestra revista en sus librerías, kioscos o súpermercados más cercanos.
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