Para redondear esta edición dedicada a la gastronomía, María Angélica Pumarejo nos trae este relato real de una abuela que amasó su dolor en la cocina y lo convirtió en el sabor amoroso y picante de una receta familiar.
• “Mi abuela hacía pasteles con ají después de dejar a mi abuelo porque el picante es como la vida resucitada.”
• “El abuelo se había ahorcado una mañana en su casa. Lo encontraron colgando cuando ya no había nada que hacer.”
La ficción y la culinaria son artes con recetas, tradiciones y estilos, pero sobre todo, mucha creatividad. Para leer este d cuento completo, busca la última edición de la Revista Actual.