Chris Hemsworth está feliz con su vida y su profesión y se le nota. A sus 32 años encadena películas de éxito y asegura estar encantado con todas las oportunidades que ha tenido en su carrera. «No cambiaría ninguna de ellas», asegura en una entrevista con Efe por el estreno de «The Huntsman: Winter’s War».
No le importa que le reconozcan principalmente por el personaje de Thor, uno de los superhéroes del momento, y se considera «afortunado por las diferentes historias» que ha podido interpretar.
«El desafío es hacer cosas diferentes aunque sea el mismo personaje y no quedarte estancado en una única cosa», asegura sonriente este actor australiano que no tiene problema alguno en reconocer que su español es muy malo, pese a estar casado con la actriz española Elsa Pataky.
«Puedo entender bien más de lo que puedo hablar, pero es muy poco, es incluso embarazoso. Cada vez que voy a España, mi mujer me dice: ‘No repitas todo el tiempo las únicas tres cosas que sabes decir'», afirma entre risas este australiano, que considera que socialmente Madrid y su Melbourne natal son muy similares, así que se siente muy cómodo en sus visitas a la capital española.
Cercano, tremendamente normal, en vaqueros y camiseta y lejos de la musculación excesiva que luce cuando interpreta a Thor, Hemsworth encandila a todos los periodistas que pasan frente a él -a cinco minutos la entrevista- en el set montado en un hotel de Hamburgo (Alemania) para promocionar «The Huntsman: Winter’s War», que llega este viernes a los cines españoles.
Y con el mismo espíritu relajado que muestra a los periodistas se enfrentó de nuevo a su personaje de cazador en esta segunda parte de una historia inspirada muy libremente en el clásico cuento de Blancanieves (Snow White).
Un poco intimidado, reconoce, por estar a la altura de las tres actrices con las que comparte protagonismo en este filme -Charlize Theron, Emily Blunt y Jessica Chastain-, pero con buenos recuerdos de un rodaje que se convirtió en una especie de «enorme guardería».
«Estaban los hijos de todos en el plató todo el tiempo, corriendo y persiguiéndose con objetos del decorado como si fueran armas», cuenta entre risas.
Un rodaje centrado en la historia que se intuía de su personaje en la primera parte -«Snow White and the Huntsman» (2012)- y que en esta segunda entrega se desarrolla, con la ayuda de Jessica Chastain, que interpreta a Sara, su novia.
«Cuando estábamos rodando la primera parte, hablamos de los orígenes del personaje y estábamos muy interesados en su historia, el amor que sentía por su esposa, el hecho de perderla y la depresión que esto le causó», explica el actor, que considera que esta nueva película tiene más humor, romance y aventura.
Buscó lo nuevo de su personaje para no repetir la misma interpretación y eso es lo que siempre persigue en sus proyectos, el elemento novedoso y diferente.
Acepta un papel cuando encuentra en él «algo desafiante», algo que le permita meterse de lleno en el personaje y amar la historia, aunque también considera importante la gente con la que vaya a trabajar, el director, los actores o actrices.
Por eso está encantado con su participación en la nueva versión de «Ghostbusters», una comedia en la que pudo improvisar mucho, y con «The Huntsman: Winter’s War», que le ha permitido trabajar con un director más orgánico, el francés Cedric Nicolas-Troyan.
Es la ópera prima de Nicolas-Troyan, un experto en efectos especiales -nominado al Óscar por los de «Snow White and the Huntsman»- que considera que haber trabajado con Charlize Theron, Emily Blunt, Jessica Chastain y Chris Hemsworth ha sido «la mejor experiencia» de su carrera profesional.