Las firmas Carolina Herrera y Óscar de la Renta fueron hoy las protagonistas de la quinta jornada de la Semana de la Moda de Nueva York, que presentaron sendas colecciones en las que dominó la elegancia, la sofisticación y la feminidad.
Herrera, de origen venezolano, presentó en la pasarela neoyorquina largos vestidos y faldas de vuelo o plisadas desde la cintura, en ocasiones combinadas con la mítica camisa blanca, y el contraste de materiales como el algodón, el cuero, el terciopelo, la seda y otras telas.
El cuidado por los detalles se manifiesta en las capas de las chaquetas y los abrigos, así como los lazos negros que decoran las faldas, los cuellos y las mangas de las camisas y los vestidos, lo que aporta un toque romántico y extra femenino a las prendas.
La camisa blanca, el icono de la firma, tomó una nueva dimensión gracias a pequeños detalles, desafiando formas y proporciones para cambiar sutilmente su apariencia y despertar sorpresa.
Además, llaman la atención los cinturones que marcan la cintura y forman delicadas siluetas, colocados sobre vestidos y faldas de línea tipo «A» que agregan volumen y estilizan la figura.
En esta nueva colección hay sofisticados vestidos y conjuntos de noche de tonos pastel o empolvados, granate, azul y verde oscuro, rojo y gris, en los que dominan los pliegues y las capas.
Una de las prendas más destacadas fue un vestido rosa en tejido vaporoso de gasa con varias capas y cinturón negro en la cintura para eventos de gala.
Herrera jugó con diferentes texturas, que en ocasiones se combinan en un mismo conjunto, lo que se puede ver en prendas de cuero y jerséis de punto, faldas de seda y de tul, y vestidos de lana de «crochet» y otras telas estructuradas.
Asimismo, se incluyen «looks» de chaqueta y falda con estampados o rayas de colores, abrigos con capa, camisas con cuello tipo babero y algunas transparencias en los vestidos.
Por su parte, la casa de moda Óscar de la Renta presentó bajo el liderazgo de sus nuevos codirectores, Laura Kim y Fernando García, su primera propuesta otoño/invierno tras regresar a la firma el pasado septiembre, sustituyendo al inglés Peter Copping.
Fieles al glamour que ha caracterizado a esta firma, los diseñadores se decantaron por vestidos palabra de honor o con un solo hombro tanto largos como cortos, la mayoría de ellos ceñidos a la cintura tipo corsé y con las faldas voluminosas siempre presentes en la firma.
También destacaron los vestidos de corte asimétrico, pero siempre resaltando la figura femenina.
Tanto en los elegantes y sensuales vestidos -algunos con bolsillos a los lados- así como en ceñidos tops y pantalones se pudieron ver diseños florales bordados a mano con pedrería de colores brillantes así como bordados en cristales, por los que acertadamente apostaron los jóvenes diseñadores.
Para los vestidos de noche, se decantaron por lentejuelas de vivos colores como el azul intenso, rosa, o amarillo brillante sin que faltaran impactante trajes de rojo satinado o el siempre elegante negro, algunos con abertura al lado que mostraban la pierna al caminar.
Asimismo, se vieron en el desfile pantalones pitillo sobre el tobillo, y abrigos y conjuntos de pantalón y chaqueta que pasaron del gris al blanco y negro a colores brillantes como el rojos, azul, amarillo o verde, como los que pueden verse en la República Dominicana donde nació y creció el icónico diseñador.
Para los complementos, no faltaron los clásicos tacones de aguja de Óscar de la Renta y bolsos de mano cuadrangulares adornados con una flor en cristal.